sábado, 2 de enero de 2010

LAS CUALIDADES DE UNA BUENA JEFATURA

Una de las mejores formas de aumentar la productividad y empatía de los trabajadores de una empresa, es el trato que puede dar a sus subordinados.

El triunfo de su empresa es gracias a los esfuerzos de sus trabajadores. El hecho que esté a cargo no significa que los triunfos son gracias a usted. Su equipo es responsable de todo el trabajo operativo, y si bien su rol es guiarlos y diseñar la estructura de trabajo, ellos realizan las funciones para que todo llegue a buen puerto. El no entregarles crédito al respecto minará su capacidad de liderazgo.

Primero delegue, después confíe en su gente. Una vez que haya entrenado a una persona para desempeñar una labor, deje que realice esa función sin interferencia. Las personas tendemos a desarrollar diversos acercamientos a una misma solución de trabajo. Así que, antes de forzar a sus trabajadores a hacer un trabajo de la manera en que usted lo llevaría a cabo, haga una evaluación honesta de lo realizado, y si el trabajo está bien hecho, déjelos actuar según su propia iniciativa. Esto, porque el corregir constantemente los estilos de trabajo disminuye su confianza.

Conozca sus empleados para conocer sus fortalezas. Mire a su equipo de trabajo, y conózcalos como individuos. Entienda sus motivaciones: ¿Por qué trabajan en su empresa?¿Por qué trabajan en ese departamento?¿Qué los mueve?. Algunos pueden amar su trabajo, otros pueden sentirse cómodos con horas flexibles. Independiente de tales puntos, haga su mayor esfuerzo en entenderlos. Eso permitirá que pueda ajustar y alinear las motivaciones con las metas que usted posea, y de paso, podrá distinguir qué empleados son los que pueden cumplir ciertas funciones, y cuáles realizan todo lo que pueden en su trabajo, dos elementos que poseen una significativa diferencia.

“Clónese”. Cuando haya identificado a los mejores elementos, enséñeles su trabajo. Deje que ellos aprendan a ser como usted. La mayoría de los malos jefes tienen la impresión que hay “algo único” que los transforma en indispensables. La verdad es que, el mejor jefe confía en su equipo de trabajo, y se re-crea muchas veces en ellos, para que en caso de emergencia o ausencia, tenga al menos una persona que sepa cómo actuar en su lugar. En caso de ser un emprendedor y dueño, “clonarse” significa que no será necesario estar presente y esclavizado en su sitio de trabajo, y tendrá la posibilidad de crecer en otros aspectos de su negocio que –debido a las funciones operativas- se transforma en algo difícil de realizar.

Incite a su equipo a tomar decisiones críticas. Si ha realizado un buen trabajo entrenando a su equipo para que sean sus “clones”, entonces sabrá que ellos realizan su mejor esfuerzo para actuar dentro de los intereses de su empresa. Incluso, si toman una decisión equivocada, o manejan una situación de una forma que usted no lo habría hecho, utilice tal situación como un “segundo entrenamiento”: Escuche las razones y los procesos lógicos que ellos siguieron a la hora de tomar tal decisión y si es necesario, corríjalas.

Guarde su intervención en casos de trabajo, no interpersonales. Más de alguna vez existirá dentro de su equipo problemas de convivencia. Si existe un problema donde alguna persona no cumpla con sus responsabilidades laborales, entonces debe solucionar ese conflicto. Pero si hay problema de choque de egos, o por un alto nivel de competencia, es bueno instar a que sus trabajadores solucionen ese problema entre ellos, y nunca descalifique la función de uno frente a otro, todos son parte de su equipo de trabajo y por algo, están trabajando con usted.

Solucione sus problemas de manera rápida y directa. Cualquier jefe que está sumamente ocupado entiende este concepto: “no necesito los detalles, cuál es el fondo del problema”. No debe actuar de manera golpeada, ya que puede ser demasiado chocante para quien sólo cumple con informarle. Pero sí el ser honesto y directo le ahorrará tiempo y además, será apreciado por sus trabajadores.

Diga a su equipo cuánto aprecia a su equipo. Nunca dude en felicitar a su equipo por su trabajo, y agradezca su labor si realmente lo amerita. Haga esto especialmente si está bien hecho el trabajo que le ha asignado, así les dará la sensación que su servicio es realmente bueno, y de paso, generará en sus trabajadores sentimiento de pertenencia.

Comparta sus metas con sus empleados. Dígales qué es lo que le hace feliz en su trabajo, y pregúnteles directamente si ellos pueden ayudar a cumplir con sus expectativas. Las “agendas escondidas” de los jefes comúnmente dañan la moral en un grupo laboral, puesto que la falta de información termina generando confusión. Mediante comentarios como “quiero escuchar halagos de nuestro trabajo”, o “quiero obtener el mejor desempeño en tal cosa” son mecanismos válidos para que sus trabajadores puedan cumplir esas metas.

Aprenda a ser un buen oyente. Sus empleados merecen ser escuchados cuando tengan problemas. Déjelos terminar con su discurso antes de hablar, no asuma que sabrá lo que ellos dirán, e intente colocarse en los zapatos de sus trabajadores. Tampoco formule objeciones en su mente mientras ellos hablan. Tenga claro los puntos que ellos mencionaron – y no significa que los comparta- y repítalos bien para ver si entendió lo que ellos dijeron. Con eso estará más atento a las ideas de sus subordinados y de paso, dará mayor confianza a quien se expresa frente a usted.

Sea el jefe. Todos estos pasos no evitarán que a fin de cuentas, deba ejercer la autoridad en cierto punto. No importa si su staff está bien entrenado, o cuan desarrollado estén sus habilidad de liderazgo, siempre habrá un momento en que usted tendrá la última palabra en todas las materias correspondientes a su trabajo. Ser un buen jefe e instando a su gente a tomar decisiones diarias no significa que usted dejó de lado su autoridad. Si se encuentra con alguien que está tomando decisiones fuera de su competencia, o ha cometido un error, sea decisivo y firme, y actúe con premura y sin vacilación. Y si bien esto puede resultar en la baja de confianza de un empleado, al momento de explicar bien la situación podrá asegurar su posición y de paso, corregir y mejorar la eficiencia de su equipo.

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